Autor
Brian SmithAccess all of our teaching materials through our smartphone apps conveniently and quickly.
Autor
Brian SmithEn diciembre de 2010, tuve el gran privilegio de ir a un viaje misionero a Costa Rica con uno de mis mejores amigos. Él está involucrado en un ministerio allí que sirve principalmente a los indígenas cabécares, que son nativos de Costa Rica.
Los cabécares viven en una reserva relativamente grande en la parte oriental de Costa Rica. Algunos tienen caballos y otros tienen autos, pero la mayoría caminan a donde sea que vayan. No es tan fácil caminar allí, ya que el terreno es muy accidentado/montañoso y la gran cantidad de lluvia que reciben mantiene todo embarrado la mayor parte del tiempo. No es nada caminar 3 o 4 horas en algún lugar en un día determinado. En su mayor parte, los cabécares dependen de los cultivos que ellos mismos cultivan para su sustento.
Allí escuché el testimonio de uno de nuestros hermanos en Cristo, Alejandro. Él es cabécar y nos contó, antes de que el Señor lo eligiera, cómo participaba en la peregrinación anual al brujo local, a falta de un término mejor. Esta persona era el intermediario entre el dios cabécar, Sibo (o Sibu), y los cabécares; una especie de “sacerdote”, por así decirlo.
Nuestro hermano explicó que cada año un grupo de hombres juntaba dinero para llevárselo al sacerdote como parte de su peregrinación anual, que consistía en una caminata de aproximadamente 16 horas. La motivación para llevarle dinero al sacerdote era, en esencia, un soborno. El sacerdote amenazaba con obligar a Sibo a retener la lluvia o hacer algo que dañaría sus cultivos. Sibo tenía que ser apaciguado, y sólo el sacerdote podía apaciguarlo. Es un gran sistema, si eres el sacerdote.
Con el tiempo, Alejandro empezó a darse cuenta de que la peregrinación no era más que una excusa para pasar varios días bebiendo. Parte del dinero que llevaban al sacerdote lo utilizaban para comprar alcohol, y el grupo simplemente se emborrachaba mientras se dirigían a ver al sacerdote. También se dio cuenta de que el sacerdote tenía ídolos especiales para usar en el culto que supuestamente tenían poderes especiales. Por supuesto, nadie más que el sacerdote podía ver o tocar estos ídolos.
Resulta que este fue el comienzo de la conversión de Alejandro a Dios por parte del Señor. Finalmente, en la casa de un misionero que vive en la reserva de los cabécares, escuchó la lectura de la palabra de Dios y se convirtió en creyente. Esta fue la segunda generación de una familia misionera a la que Dios guió para dedicar su vida a los cabécares.
Entonces, ¿cuál es el sentido de todo esto? Demostrar (una vez más) que, sin importar a dónde vayas en el mundo, ya sea en una gran ciudad pagana estadounidense o en la selva más profunda de Costa Rica, la palabra de Dios es verdadera. Romanos 1 dice:
18Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad. 19Porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto, pues Dios se lo manifestó. 20Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa. 21Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. 22Profesando ser sabios, se hicieron necios, 23y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles. 24Por lo cual Dios los entregó a la impureza, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos. 25Porque cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén .
También demuestra que Dios está trabajando activamente hasta los confines de la tierra para atraer a Sus elegidos hacia Él. En el caso de Alejandro, Él lo hizo a través de una familia que ha estado con los Cabécar por más de 40 años. Los propósitos de nuestro Dios no pueden ser frustrados, y Su palabra no regresa vacía. A pesar de nuestro pecado y rebelión contra el Dios todo santo, Él nos salva por Su gran amor. Efesios 2 dice:
1Y a vosotros, que estabais muertos en vuestros delitos y pecados, 2en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, 3entre los cuales también todos nosotros en otro tiempo vivíamos en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás. 4Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, 5aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), 6y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, 7para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. 8Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; 9no por obras, para que nadie se gloríe, 10porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas .
Quiera el Señor obrar a través de nosotros para traer muchos más a Él.