Dado que Juan el Bautista realizó todos los bautismos en los Evangelios, ¿quién lo bautizó?
No tenemos evidencia en las Escrituras de que Juan el Bautista haya sido bautizado en la forma del Nuevo Testamento, ni de que haya necesitado ser bautizado. El estilo de bautismo del Nuevo Testamento no era una práctica común antes de Juan, y no se convirtió en un mandato para el creyente del Nuevo Testamento hasta que Jesús mismo lo instituyó.
Aunque los judíos tradicionalmente realizaban diversos lavamientos bajo la ley mosaica, la inmersión en agua no era una práctica judía que los judíos practicaran como señal de fe en Yahvé o como ingreso al judaísmo. El judaísmo practicaba la circuncisión como rito de paso a la comunidad del pueblo de Dios, no la inmersión en agua. En su ministerio del bautismo en el río Jordán, Juan el Bautista introdujo algo completamente nuevo para el judaísmo, y más tarde Jesús lo instituyó también para sus seguidores. Por lo tanto, Juan nunca recibió el bautismo en agua de la manera en que él lo practicaba, ni tampoco era necesario que lo recibiera.
Además, Juan el Bautista ya había fallecido cuando Cristo ordenó el bautismo en agua como una ordenanza para la Iglesia, como medio para que los creyentes testificaran de su arrepentimiento personal y aceptación del Evangelio. Puesto que Juan el Bautista vivió y murió antes del sacrificio de Cristo en la cruz y del establecimiento de la Iglesia en Pentecostés, nunca se consideró a Juan parte de la Iglesia. A menudo se le llama el último profeta del Antiguo Testamento.
En resumen, Juan el Bautista nunca estuvo sujeto al mandato del Nuevo Testamento de ser bautizado, y su propio ministerio de bautismo fue un nuevo ritual dentro del judaísmo destinado a marcar la llegada del Mesías. De modo que Juan fue el creador del bautismo en agua para el arrepentimiento, y por lo tanto él mismo no necesitó ni recibió el bautismo en agua, al menos no en el sentido en que se practica ahora en la iglesia del Nuevo Testamento.