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Melissa Church“Quienes tienen fe no necesitan explicaciones. Para quienes no tienen fe, ninguna explicación es posible”. Muchos autores han tomado prestada esta cita y la han difamado, pero la mayoría de las veces se la atribuye a John Stuart Mill, aunque Santo Tomás de Aquino es el autor original de la idea. Léala de nuevo.
“Quien tiene fe no necesita explicaciones. Para quien no tiene fe, ninguna explicación es posible.”
Cuando mi pequeño grupo habló sobre la naturaleza de la fe hace unos meses, comparamos la fe en Dios con la misma fe que tenemos cuando nos sentamos en una silla. Cuando me siento en una silla, estoy demostrando fe en que me sostendrá. He llegado a esa conclusión a través de la experiencia de probar la silla. Nunca me ha fallado. Fue diseñada con el propósito de sostener a una persona sentada, a veces bajo gran estrés. Cuando consideras esta cita a la luz de esa aplicación, podrías decir que tengo fe en que la silla me sostendrá y realmente no me importa por qué. No necesito los planos estructurales, la lección de física sobre el peso y la distribución, o un certificado firmado que garantice que la silla es sólida. Sé para qué sirve una silla y la voy a usar de la manera en que fue diseñada para ser usada.
Consideremos el otro lado de la moneda. Observemos esa silla. Ahora, observemos… a usted. En serio, ¿esas cuatro patas delgadas evitarán que usted se estrelle contra el suelo? ¿Cuáles son las probabilidades de que no lo hagan? ¿Cuáles son las consecuencias si no lo hacen? ¿Le ayudará la lección de física? ¿Le resultarán tranquilizadores los planos estructurales? ¿Un certificado firmado por el fabricante reducirá su riesgo?
Afortunadamente, la mayoría de los días me encuentro en el bando de los que “no necesitan explicaciones” con respecto a mi fe en Dios, al igual que con respecto a mi fe en las sillas. Conozco mis límites y conozco mi carga. También sé que Dios es la única silla lo suficientemente grande para sostenerme a mí y a mi carga, y estoy cansada. Quiero sentarme. No me importa por qué trabaja Él; solo sé que lo hace… sin necesidad de explicaciones.
¿Estás listo para relajarte? ¿Quieres que te lo explique?