Respuesta Bíblica

¿Cómo encuentro una buena iglesia?

¿Puede ofrecernos alguna instrucción sobre cómo encontrar una buena iglesia?

La respuesta más sencilla a tu pregunta es que debes seguir al Espíritu cuando te dirija hacia la reunión de creyentes que Él ha seleccionado para ti. Obviamente, la dificultad puede estar en discernir la dirección del Espíritu, por lo que hay algunos factores básicos que debes considerar.

En primer lugar, recuerda que eres parte de LA Iglesia sin importar dónde te reúnas. El llamado del cristiano a ministrar es una forma de vida, y asistir a un evento semanal los domingos por la mañana no equivale a cumplir con nuestro deber cristiano ni a crecer en la gracia y el conocimiento de Jesucristo. Con suerte, nuestra asistencia semanal servirá como un medio para alcanzar esos fines, pero rara vez es suficiente por sí sola.

Así que, incluso mientras busca una iglesia donde vivir, lo alentamos a mantener una mente abierta a cómo el Espíritu puede llamarlo a participar en el ministerio. Por ejemplo, nuestro maestro principal, el pastor Armstrong, enseña en tres iglesias diferentes cada semana. Otros miembros de nuestro personal y la Junta Directiva asisten a diferentes iglesias de un domingo al siguiente, o a ninguna iglesia en algunas semanas. En general, creemos que la Biblia nos llama a mantener un enfoque en servir al cuerpo de Cristo donde sea que Dios nos indique sin limitar nuestro servicio a un solo edificio con la exclusión de todas las demás oportunidades de ministrar.

Sin embargo, comprendemos el deseo de encontrar una iglesia que pueda servir como su iglesia local, y podemos ofrecerle algunos consejos sencillos para limitar sus opciones. En primer lugar, cada cuerpo eclesial está llamado a adorar en Espíritu y Verdad (Juan 4:23), así que busque una iglesia donde la enseñanza a través de la Biblia sea una parte constante y destacada del servicio de adoración y donde se valore la confianza en la guía del Espíritu y la gracia del Señor.

En segundo lugar, el servicio debe llevarse a cabo de una manera ordenada, que honre a Dios, sin juegos ni trucos que desvíen del propósito del servicio de adoración.

En tercer lugar, busque un liderazgo mayor en la iglesia y un pastor que participe dentro de una pluralidad de líderes.

Por último, investigue bien sus doctrinas y creencias. Haga preguntas difíciles al personal pastoral sobre puntos de doctrina y, si no pueden (o no quieren) responder a sus preguntas con franqueza, siga adelante.