¿Mentir en un papel es lo mismo que decir mentiras? ¿Tienen las mismas consecuencias?
La Biblia enseña que mentir en cualquier forma es un pecado. En primer lugar, el Señor ordenó en los Diez Mandamientos que nunca testifiquemos falsamente contra otra persona. Además, Pablo dice claramente:
Colosenses. 3:9 No mintáis los unos a los otros, puesto que habéis desechado al viejo hombre con sus malos hábitos,
Y Santiago dice:
Santiago 3:2 Porque todos tropezamos de muchas maneras. Si alguno no tropieza en lo que dice, es un hombre perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo.
Santiago 3:6 Y la lengua es un fuego, un mundo de iniquidad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, la cual contamina todo el cuerpo, es encendida por el infierno e inflama el curso de nuestra vida.
Santiago 3:7 Porque todo género de fieras y de aves, de reptiles y de animales marinos, se puede domar y ha sido domado por el género humano,
Santiago 3:8 pero ningún hombre puede domar la lengua; es un mal turbulento y lleno de veneno mortal.
Cuando los escritores de las Sagradas Escrituras advierten contra el engaño y la mentira, no se refieren simplemente a la comunicación oral. El mismo pecado puede cometerse mediante nuestras palabras escritas. Por lo tanto, si un cristiano se presenta de forma errónea mediante palabras escritas con cualquier propósito, está pecando de engaño o mentira.
Si bien no podemos anticipar todas las repercusiones de mentir, sabemos que el Señor nos pedirá cuentas ante el tribunal de Cristo. Este juicio no amenazará nuestra salvación, como enseña Pablo en 1 Corintios 3, pero sí nos asignará una recompensa eterna, y esa recompensa puede verse en peligro si no servimos bien al Señor.
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