Ezequiel 37:15-22 muestra que Dios tiene planes (del tiempo del fin) para todo Israel y no solo para los judíos. ¿Seguramente es inexacto usar 'Israel' indistintamente con 'judío' y puede conducir a una mala interpretación de la profecía?
Confesamos que no tenemos claro qué quiere decir con “todo Israel y no sólo los judíos”. El pueblo de Israel son los judíos y todos los judíos constituyen el pueblo de Israel. No existe otro Israel en el mundo (o en las Escrituras) además del pueblo judío.
Respecto a Ezequiel 37:15-22, el profeta está hablando de lo que Dios hará con las tribus judías de Israel en los últimos días:
Ezeq. 37:15 Vino a mí palabra de Jehová, diciendo:
Ezeq. 37:16 “Y tú, hijo de hombre, toma para ti un palo y escribe en él: 'Para Judá y para los hijos de Israel, sus compañeros'; luego toma otro palo y escribe en él: 'Para José, el palo de Efraín y de toda la casa de Israel, sus compañeros.'
Ezeq. 37:17 Luego júntalos unos con otros en un solo palo, para que sean uno solo en tu mano.
Ezeq. 37:18 “Cuando los hijos de tu pueblo te hablen, diciendo: '¿No nos declararás lo que quieres decir con esto?'
Ezeq. 37:19 diles: Así dice el Señor DIOS: He aquí, yo tomaré el bastón de José, que está en mano de Efraín y de las tribus de Israel, sus compañeros; y los pondré con él, con el palo de Judá, y los haré un solo palo, y serán uno en mi mano.'
Ezeq. 37:20 “Las varas en las que escribas estarán en tu mano delante de sus ojos.
Ezeq. 37:21 Diles: Así dice el Señor DIOS: He aquí, yo tomaré a los hijos de Israel de entre las naciones a donde han ido, y los reuniré de todas partes y los traeré a su propia tierra;
Ezeq. 37:22 y haré de ellos una sola nación en la tierra, en los montes de Israel; y un rey será rey para todos ellos; y ya no serán más dos naciones, ni estarán más divididos en dos reinos.
Note que el profeta define al Israel aquí visto como “Judá, los hijos de Israel…” y “José” y todos sus “compañeros” en la casa de Israel. Claramente, el profeta estaba describiendo el reino del sur de Judá y el reino del norte de Israel tal como estaban divididos después de los días de Salomón. El Señor dice a través del profeta que estos dos pueblos se reunirán en una sola nación –Israel– al final de los tiempos. Israel ya no estaría dividido en dos naciones sino que volvería a ser un solo Reino gobernado por Jesús.
También está claro que esta profecía no puede dirigirse a ningún otro grupo de personas además del pueblo judío, ya que los detalles son específicos de Israel y de ningún otro. Por lo tanto, este pasaje se relaciona únicamente con el pueblo judío, al igual que todas las menciones de la nación de Israel en la Biblia.