¿Dice Salmo 90:10 que la esperanza de vida de los humanos es de 70 a 80 años?
El versículo que citó del Salmo 90 debe entenderse en su contexto (como es el caso de todas las Escrituras). El contexto del v.10 es:
Sal. 90:7 Porque de tu ira hemos sido consumidos, y de tu ira hemos quedado consternados.
Sal. 90:8 Pusiste nuestras iniquidades delante de ti, nuestros pecados secretos a la luz de tu presencia.
Sal. 90:9 Porque todos nuestros días han declinado en tu furor; Hemos terminado nuestros años como un suspiro.
Sal. 90:10 En cuanto a los días de nuestra vida, son setenta años, o si son de fuerza, ochenta años, pero su orgullo no es más que trabajo y tristeza; Porque pronto se habrá ido y nos iremos volando.
Sal. 90:11 ¿Quién comprende el poder de tu ira y de tu furor, según el temor que te es debido?
Sal. 90:12 Enséñanos, pues, a contar nuestros días, para que te presentemos un corazón de sabiduría.
Note la línea de pensamiento del salmista en este pasaje. Él está hablando en nombre de la nación de Israel (es decir, “nosotros”). El pueblo de Israel estaba bajo el juicio de Dios por su desobediencia al Antiguo Pacto. Dios estaba “consumiendo” a Israel en Su furia e ira contra ellos. Israel soportó el exilio, la esclavitud, la sequía, el hambre y otras consecuencias por su apostasía del pacto.
En el v.8 el salmista dice que los pecados de Israel estaban “delante” de Dios. Aunque Israel pensaba que estaban pecando en secreto, el salmista dice que sus pecados secretos fueron expuestos a la luz de la presencia de Dios. En otras palabras, después de todo, no eran tan secretos. Debido a los pecados impenitentes de Israel, el Antiguo consumió a su pueblo con furia mediante juicios que lo debilitaron y lo llevaron a una muerte temprana.
En el v.10 el salmista dice que la vida de una persona es setenta o tal vez ochenta años, pero el orgullo de nuestros años es meramente trabajo y tristeza. No importa cuánto tiempo vivamos, al final pronto nos iremos. Por eso, el salmista pide a Dios que enseñe a su pueblo a contar sus días, lo que significa apreciar la naturaleza frágil y fugaz de la vida en la tierra. Al obtener un aprecio saludable por nuestra mortalidad, el pueblo de Dios viviría con sabiduría durante cualquier tiempo que el Señor le dé.
Por lo tanto, en este contexto, está claro que el salmista no especifica una duración exacta de la vida para todos los seres humanos. Más bien, está señalando de manera general que la mayoría de las personas viven entre 70 y 80 años, lo que sigue siendo cierto hoy en día. Algunos pueden vivir menos años y otros pueden vivir más. Sin embargo, 70-80 años es generalmente la duración de la vida de la humanidad y, en términos eternos, es realmente un tiempo muy corto. Por lo tanto, debemos vivir apreciando las consecuencias eternas de nuestra forma de vivir.