¿Debo decirle a mi esposa que tuve relaciones sexuales con otras mujeres antes de casarnos? Mientras estábamos saliendo, me preguntó si alguna vez había tenido relaciones sexuales anteriores y le dije que no. Escuchar tus enseñanzas me ha convencido a "confesar", pero ¿no sería innecesariamente doloroso confesarle mi mentira a mi esposa después de tantos años?
Nuestro ministerio no ofrece servicios de asesoramiento personal, pero podemos abordar las cuestiones bíblicas que usted planteó en su correspondencia. Sospechamos que usted ya conoce en su corazón la respuesta que le ofreceremos, pero a veces ayuda escuchar la confirmación de los demás.
El engaño es el pecado de ocultar la verdad mediante palabras o acciones, y en esta situación, estás engañando a tu esposa al ocultar la verdad de tu pasado. Además, también cometiste el pecado de mentir al decirle una falsedad en respuesta a su pregunta antes del matrimonio. Ninguno de los dos actos es amoroso hacia su esposa. Por el contrario, cuando engañamos o mentimos para nuestro propio beneficio, nos amamos a nosotros mismos más que a otro.
La Biblia instruye a los cristianos a dejar de lado todo engaño:
1 mascota. 2:1 Por tanto, desechando toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidia y toda calumnia,
1 mascota. 2:2 desead, como niños recién nacidos, la leche pura de la palabra, para que por ella crezcáis para salvación,
Desde que anhelaste la leche de la palabra de Dios, has crecido espiritualmente como Pedro te ordenó. Ese crecimiento ha provocado tu conciencia a confesar tu pecado, también como lo anticipó Pedro. El estudio de la palabra de Dios nos hace evaluar nuestra vida en relación con los mandamientos y la santidad de Dios, la cual nos santifica con el tiempo. Este es el proceso que estás experimentando y te animamos a trabajar con el Espíritu cediendo a Su consejo en tu corazón.
Por amor a tu esposa, debes confesar todos tus pecados (por ejemplo, el pecado de fornicación, el pecado de mentir y el pecado de engaño continuo). ¿Estará molesta? Probablemente. ¿Ella te perdonará? Posiblemente. Sin embargo, independientemente de su respuesta, Dios te obliga a hacer lo correcto. Irónicamente, tu vacilación en confesar tu pecado se debe en parte a tu deseo de complacer a tu esposa (es decir, no molestarla), sin embargo, las Escrituras dicen que debemos buscar agradar a Dios, no a las personas. Agradar al Señor, en este caso, significa confesar tu pecado a tu esposa y pedirle perdón.
Finalmente, cuando hable con su esposa, le animamos a que le explique el momento de su confesión como una indicación de su crecimiento espiritual. Puede ayudarla a perdonarte cuando sepa que el Señor está obrando en tu corazón para acercarte a Él, y esta confesión es el fruto de ese trabajo espiritual.