Devocional

Palabras para pensar: Verbatim

Palabras para pensar : La palabra del día de Merriam-Webster para el 27 de julio fue textual. Esta fue su definición: “con las palabras exactas; palabra por palabra”.

Al ver esta palabra, me vino a la mente una anécdota interesante. Unos amigos fueron a Israel en un viaje misionero para visitar Tierra Santa y evangelizar allí. Mientras estaban allí, intentaron enseñar a un grupo de una docena de jóvenes hebreos el juego del "teléfono".

El teléfono es un juego en el que una fila de niños susurra una frase de una persona a la siguiente. Cada persona debe repetir la frase exactamente como la escuchó decir a la persona anterior. Obviamente, se introducen errores y distorsiones a lo largo de la cadena a medida que se escucha y se repite la frase. Cuando la frase llega a la última persona de la cadena, habrá cambiado sustancialmente con respecto a la original. El objetivo del juego es mostrar cómo los chismes dan lugar a distorsiones e inexactitudes.

Cuando a los niños hebreos se les explicó el juego del teléfono, al principio estaban confundidos: no podían entender el objetivo del ejercicio.

Al terminar de jugar una ronda del juego, sucedió algo asombroso. El niño que estaba al final de la fila repitió exactamente la misma frase con la que había comenzado el juego con el primer niño. Por razones obvias, mis amigos misioneros se sorprendieron por el resultado perfecto, así que decidieron hacer que los niños jugaran otra ronda del juego. Una vez más, la frase se repitió perfectamente en toda la fila de niños.

Lo que experimentaron estos misioneros occidentales fue una distinción entre la cultura hebrea oriental y la cultura estadounidense occidental. En la cultura hebrea se considera honorable citar a alguien con exactitud. Como resultado, a los niños se les suele enseñar a citar a otros con un grado de precisión inimaginable para la mayoría de los estadounidenses.

Esto forma parte de la herencia cultural del pueblo hebreo. Por eso, cuando los incrédulos afirman que las Escrituras se transmitieron de boca en boca durante siglos antes de que se escribieran y, por lo tanto, deben corromperse con el tiempo, les digo dos cosas:

1. Éxodo 24:3-4 y Deuteronomio 31:9 que señalan que Moisés escribió las palabras de las Escrituras.
2. Esta anécdota ilustra que durante milenios la repetición exacta ha sido un sello distintivo de la cultura y la sociedad hebreas, no sólo en el habla sino también en la escritura.