Muchos predicadores que he escuchado decir que Dios no nos castiga, pero sí permite que nos sucedan cosas malas. Pero puedo ver ejemplos tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento donde las personas fueron castigadas por sus acciones. ¿Cómo debemos responder a esto?
Cada prueba es de Dios y debemos agradecerle por todas ellas. Algunas pruebas son ataques espirituales del enemigo, pero todas las pruebas están determinadas por el Señor. Pero estas pruebas no son necesariamente castigos, ya que el Señor prueba nuestra fe de muchas maneras para capacitarnos y producir madurez espiritual. Porque Él nos ama, nos trae pruebas, dice la Biblia.
heb. 12:7 Es por disciplina que soportáis; Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo hay a quien su padre no disciplina?
heb. 12:8 Pero si sois sin disciplina, de la cual todos han sido partícipes, entonces sois hijos bastardos y no hijos.
heb. 12:9 Además, tuvimos padres terrenales que nos disciplinaban, y los respetábamos; ¿No preferiremos sujetarnos al Padre de los espíritus y vivir?
heb. 12:10 Porque ellos nos disciplinaban por poco tiempo como mejor les parecía, pero él nos disciplina para nuestro bien, para que participemos de su santidad.
heb. 12:11 Toda disciplina por el momento no parece ser gozosa, sino triste; sin embargo, a aquellos que han sido ejercitados en él, después les da fruto apacible de justicia.
A veces nuestras pruebas vendrán como resultado de nuestros errores o de los errores de otros, pero otras veces el Señor trae pruebas sobre nosotros aunque no hayamos pecado. El libro de Job es el mejor ejemplo de esta posibilidad. El Señor trajo grandes pruebas contra Job no como castigo sino para demostrar que Job era justo. Job no hizo nada malo, pero el Señor permitió que Satanás quitara la vida a la familia de Job, destruyera su negocio y dañara físicamente a Job.
Saber que el enemigo está trabajando a nuestro alrededor es ciertamente útil para comprender cómo responder adecuadamente a las pruebas, pero no hay una distinción significativa entre una prueba que involucra un ataque del enemigo y alguna otra prueba (como un desastre natural). Toda prueba es del Señor como Él dice en Su palabra: