En Mateo 21:28-31, ¿qué hijo obedeció al padre?
En Mateo 21 leemos:
Mate. 21:28 “¿Pero qué os parece? Un hombre tenía dos hijos, y vino al primero y le dijo: 'Hijo, ve hoy a trabajar en la viña'.
Mate. 21:29 “Y él respondió: 'No quiero'; pero después se arrepintió y se fue.
Mate. 21:30 “El hombre se acercó al segundo y le dijo lo mismo; y él respondió: 'Lo haré, señor'; pero él no fue.
Mate. 21:31 “¿Cuál de los dos hizo la voluntad de su padre?” Dijeron: "El primero". Jesús les dijo: “En verdad os digo que los publicanos y las prostitutas entrarán antes que vosotros en el reino de Dios.
Jesús nos da la respuesta a tu pregunta. El primer hijo hizo la voluntad de su padre.
Ese hijo inicialmente desobedeció la palabra de su padre al negarse a ir al campo, pero luego se arrepintió y obedeció. Al final, hizo la voluntad de su padre y la palabra de su padre fue obedecida. Su negativa anterior fue pecado, pero el padre estaba dispuesto a aceptar el arrepentimiento del hijo y permitirle servir de todos modos. Así que al final se le atribuyó al hijo el mérito de haber hecho la voluntad del padre.
El segundo hijo no hizo la voluntad de su padre, aunque él estuvo de acuerdo. Su acuerdo fue una mentira, y el hecho de no ir fue evidencia de que nunca tuvo realmente la intención de hacer la voluntad de su padre. Así que el segundo hijo no sólo no cumplió con la palabra de su padre, sino que también mintió acerca de sus intenciones, lo que demostró que era un hipócrita.
Jesús hace la aplicación: Dice que este segundo hijo era una imagen de los fariseos hipócritas (con quienes Jesús estaba hablando en el v.31), quienes afirmaban hacer la voluntad del Padre Celestial pero no obedecieron la palabra de Dios. . Estos hombres no estarían en el Reino de Dios, dice Jesús, mientras que los judíos menores, como las prostitutas, estarían en el Reino porque aunque desobedecieron al Señor a través de sus estilos de vida pecaminosos, al final se arrepintieron y aceptaron a Jesús como el Mesías, lo que resultó en su perdón.
Entonces el primer hijo describe a los pecadores que, al arrepentirse y obedecer el Evangelio, entrarán en el Reino. Mientras que el segundo hijo describe a líderes religiosos hipócritas y moralistas que hablan de servir a Dios pero en realidad viven en desobediencia a la palabra de Dios.
¡Seamos como el primer hijo!