Respuesta Bíblica

¿Por qué Moisés tuvo que quitarse las sandalias?

En su enseñanza sobre Rut, quitarse la sandalia lo hizo el que no logró redimir. Si Moisés tuvo que quitarse el zapato, ¿fue porque Moisés había huido de Egipto y no logró redimir a Israel en el momento en que huyó?

Tu observación fue excelente, pero nos lleva a una conclusión ligeramente diferente a la que ofreciste. En primer lugar, debemos tener claro el significado literal del texto de Éxodo 3. A Moisés se le ordenó que se quitara las sandalias, porque estaba parado en tierra santa. El significado es claro: Dios exigió que Moisés se humillara en presencia de un Dios santo.

Pero, como usted ha sugerido, también hay un significado más profundo. Si recuerda, Moisés es presentado en las Escrituras como un tipo (o imagen) de la Ley. Puesto que sabemos que la Ley nunca puede ser el medio por el cual los hombres puedan llegar al cielo (es decir, no podemos entrar al cielo por las obras de la Ley), Moisés es utilizado con frecuencia como una imagen de esta verdad.

Por ejemplo, sabemos que a Moisés no se le permitió conducir a los israelitas a la Tierra Prometida. En cambio, Moisés murió en el desierto, y Josué (que es Yeshúa en hebreo o Jesús en griego) fue quien condujo a los israelitas a Canaán. A través de este ejemplo, vemos cómo Moisés fue utilizado como un tipo de la Ley, en el sentido de que la Ley no puede llevar a los hombres al cielo, solo Yeshúa (Jesús) puede hacerlo.

De la misma manera, en su ejemplo también podemos ver a Moisés siendo utilizado como un tipo de la Ley. La Ley nunca tuvo la intención de ser el medio para redimir a los hombres del pecado, como dice claramente Pablo en Romanos 3:20-21:

porque por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de Él; pues por medio de la ley viene el conocimiento del pecado.
Pero ahora, aparte de la ley, la justicia de Dios ha sido manifestada, atestiguada por la ley y los profetas;

Así que, como redentor, Moisés no podía cumplir los propósitos de Dios. En ese sentido, “se quitó las sandalias” y le quedó a Dios la tarea de ser el redentor de Israel y de todos los hombres.