¿Está mal participar en iglesias que presentan exhibiciones de profecías o “hechizos” para alejar el mal?
Cada vez que un cristiano busca milagros y señales en lugar de la palabra de Dios, se está moviendo en una dirección peligrosa. La iglesia siempre ha estado sujeta a falsos maestros que prometen revelación personal y realizan señales. La Biblia advierte en particular sobre estos hombres malvados:
2 Pedro 1:20 Pero ante todo sabed esto: que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada,
2 Pedro 1:21 porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.
2 Pedro 2:1 Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá también entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos una destrucción repentina.
2Pe. 2:2 Muchos seguirán su sensualidad, y por causa de ellos el camino de la verdad será blasfemado;
2 Pedro 2:3 y en su avaricia harán mercader de vosotros con palabras mentirosas; su juicio, que ya es de tiempo antiguo, no está ocioso, ni su perdición duerme.
El apóstol Juan también advirtió sobre aquellos que intentan engañar a los creyentes con sus señales y profecías:
1 Juan 4:1 Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque han salido por el mundo muchos falsos profetas.
1 Juan 4:2 En esto conoced el Espíritu de Dios: todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios;
Debemos evitar a esas personas y buscar la palabra de Dios. Cuando nos convertimos en estudiantes de la palabra de Dios, el Espíritu nos enseña a discernir el bien del mal y a avanzar hacia la madurez espiritual (Hebreos 5:13-14).