¿Dios cometió adulterio al dejar embarazada a María ya que se la consideraba casada con José?
Dios no cometió adulterio al dejar embarazada a María. En primer lugar, tal premisa es ridícula y revela una lectura antinatural y poco sincera del texto bíblico. La Biblia describe la concepción de Jesús en María en términos muy diferentes:
Lucas 1:30 El ángel le dijo: “No temas, María; porque has hallado favor ante Dios.
Lucas 1:31 “Y he aquí, concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús.
Lucas 1:32 “Él será grande y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre;
Lucas 1:33 y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin”.
Lucas 1:34 María dijo al ángel: "¿Cómo puede ser esto, siendo yo virgen?"
Lucas 1:35 El ángel respondió y le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; y por eso el santo Niño será llamado Hijo de Dios.
Lucas 1:36 “Y he aquí, también tu parienta Isabel ha concebido un hijo en su vejez; y la que era llamada estéril está ahora en su sexto mes.
Lucas 1:37 “Porque nada es imposible para Dios”.
Lucas 1:38 Entonces María dijo: He aquí la esclava del Señor; que se haga en mí según tu palabra”. Y el ángel se apartó de ella.
Cuando María preguntó cómo podía dar a luz siendo virgen, el ángel respondió que el poder de Dios la cubriría con su sombra, es decir, el Creador crearía un niño dentro de ella, de la misma manera que creó al primer hombre en el Jardín. Así como Adán no tuvo padre humano, tampoco Cristo tendría padre humano sino que sería creado del vientre de María por Dios.
Las circunstancias ni siquiera se ajustan a la definición de adulterio. El adulterio se define como un acto de relación sexual consensual entre un hombre y una mujer cuando uno o ambos están casados con otra persona. En el caso de la concepción de María por obra del Espíritu Santo, ninguno de estos parámetros se aplica. El Espíritu Santo no es un ser humano, por lo tanto no puede cometer adulterio. En segundo lugar, el Espíritu Santo no fecundó a María a través de relaciones sexuales, por lo que no tuvo lugar ningún acto sexual (María permaneció virgen).