He oído decir que Satanás, la bestia y el falso profeta están en el Lago de Fuego para sufrir eternamente. ¿Qué pasa con los incrédulos?
El Lago de Fuego es la morada final para todos los impíos, tanto Satanás, sus ángeles (es decir, demonios) y todos los seres humanos incrédulos. Los primeros ocupantes del Lago de Fuego son el Anticristo y el falso profeta, según Apocalipsis 19.
Apocalipsis 19:20 Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que hacía en su presencia las señales con las cuales engañaba a los que habían recibido la marca de la bestia y a los que adoraban su imagen; estos dos fueron arrojados vivos al lago de fuego que arde con azufre.
Después de que concluye el Reino de 1000 años, el Señor juzga a toda la humanidad incrédula antes de arrojarlos a todos al Lago de Fuego:
Apocalipsis 20:11 Entonces vi un gran trono blanco y al que estaba sentado en él, de cuya presencia huyeron la tierra y el cielo, y no se encontró lugar para ellos.
Apocalipsis 20:12 Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie delante del trono, y los libros fueron abiertos; y fue abierto otro libro, que es el libro de la vida; y los muertos eran juzgados por las cosas que estaban escritas en los libros, según sus obras.
Apocalipsis 20:13 Y el mar entregó los muertos que había en él, y la muerte y el Hades entregaron los muertos que había en ellos; y fueron juzgados, cada uno de ellos según sus obras.
Apocalipsis 20:14 Entonces la muerte y el Hades fueron arrojados al lago de fuego. Esta es la segunda muerte, el lago de fuego.
Apocalipsis 20:15 Y si el nombre de alguno no se encontraba escrito en el libro de la vida, era arrojado al lago de fuego.
Todos los que existen en el Lago de Fuego (es decir, Satanás, los demonios y los seres humanos) permanecen allí en conciencia y en sufrimiento por una eternidad. Este es el testimonio de las Escrituras: